Tres paisajes en un parque que, en realidad, son unos cuantos más. El macizo del Montgrí, las islas Medes y la llanura del Baix Ter nos sirven para introducir la característica principal de este parque natural: la diversidad. De paisajes, de especies, de hábitats, de pueblos, de posibilidades, de formas de conocer el parque y de quererlo.
Descubrir la costa del Montgrí de l’Escala a l’Estartit; caminar por las playas de arena fina entre l’Estartit y Pals, que separan el mar de los humedales, las marismas y los Salancs que hay justo al lado.
Hacer inmersión en las islas Medes y en la costa del Montgrí, y aprovechar los miradores naturales que nos ofrece el parque, especialmente el castillo del Montgrí y la Roca Maura, para disfrutar del paisaje en mosaico agrícola que rodea el Parque y el tramo final del río Ter.
Podrás viajar en el tiempo, pasando de cuevas neolíticas en un castillo medieval, imaginar cómo se defendía la población de los piratas visitando las torres de defensa y perderte por pueblos medievales con calles donde parece que no haya pasado el tiempo.
En el parque hay 38 hábitats naturales, 17 de interés europeo y cuatro de prioritarios para conservar. El Parque incluye 32 elementos patrimoniales declarados como BCIN (Bien Cultural de Interés Nacional). Recomendamos visitar Can Quintana Museo del Mediterráneo, sede del Centro de Interpretación del Parque Natural, y que se adentra en el Parque aprovechando los casi 180 kilómetros en itinerarios señalizados para hacer a pie o en bicicleta.