Teñidas de la añoranza que sentían los indianos por Cuba una vez volvían a Cataluña, las habaneras son fruto del mestizaje cultural del Caribe y arraigaron con fuerza en la Costa Brava, donde se sumaron en la tradición de la canción de taberna. Estos establecimientos, más allá de ofrecer comida y bebida a la gente de mar, constituyen un espacio de creación popular.
A lo largo del siglo XX, las músicas de taberna, y especialmente las habaneras, han ganado eco gracias a las cantadas como la de Calella de Palafrugell, pionera a la hora de difundirlas a un público más amplio. La canción de taberna es un fenómeno con vitalidad, formado por una red de cantantes, espacios y festivales que continúan el legado. Se trata de un acto colectivo, que reúne las personas alrededor de la música, y que a menudo se acompaña del típico ron quemado.
El Baix Empordà es cuna de músicos y formaciones musicales que contribuyen a la difusión y a salvaguardar este género musical. Algunos de estos grupos son Port-bo, Peix Fregit, Cantaires del Montgrí, Arjau, L’Empordanet o Els Cremats. Actualmente, la mayoría de los núcleos costeros incluyen en sus calendarios de actividades, de los meses de verano, cantadas de habaneras y otras muestras de canciones marineras.
A continuación, se citan algunos de estos eventos:
Cantada de habaneras de Calella de Palafrugell (Julio)
Cantada de habaneras y canciones de taberna de Platja d’Aro (Julio)
Cantada de habaneras y boleros de Sant Antoni de Calonge (Julio)
Cantada de habaneras de l’Estartit (Julio)
Canción de taberna de Sant Feliu de Guíxols (Julio – Agosto)
Cantada de habaneras en Pals (Julio)
Muestra de la habanera catalana de Palamós (Agosto)
Cantada de habaneras de Begur (Agosto)
Habaneras en Cala Montgó (Torroella de Montgrí) (Agosto)