El Baix Empordà ofrece y ha ofrecido siempre una gran variedad musical. La música ha tenido, a lo largo de los siglos y en sus múltiples representaciones, un papel destacado en la sociedad bajo-ampurdanesa. Se ha forjado una rica tradición fundamentada en el cancionero popular, la música litúrgica, las composiciones cultas, la sardana y las canciones marineras. Esta diversidad es la plasmación del talanto de la comarca y le aporta un gran dinamismo.
Foto: Museu de la Mediterrània
Las primeras manifestaciones musicales aparecen en el ámbito religioso y, desde entonces, han evolucionado tal como lo ha hecho la sociedad bajo-ampurdanesa, adaptándose a sus costumbres y tradiciones. Coplas, orquestas, corales, canciones de taberna, habaneras y, más recientemente, conciertos y festivales de rock, jazz y pop… La música, en todas sus manifestaciones, simboliza un rasgo distintivo de nuestra gente y de sus pueblos, llegando a todos los rincones de la comarca.
Foto: Associació Sardanista Continuïtat
Las plazas de los pueblos y ciudades son el hábitat natural de la sardana, danza nacional de Cataluña, el origen de la cual se pierde en el tiempo. Con toda manifestación popular, ha evolucionado con el tiempo y con la intervención de personajes como el figuerenc Pep Ventura, que le dio prestigio y riqueza musical. También el compositor guixolenc Juli Garreta contribuyó con un estilo propio contextualizado en los años del modernismo. Enric Morera, fue considerado un compositor de mucha calidad, autor entre otros de una de las sardanas más conocidas, L’Empordà, escrita en el 1908 inspirada en un poema de Joan Maragall.
Foto: Antonio Torres. Fons IPEP
Teñidas de la añoranza que sentían los indianos por Cuba una vez volvían a Cataluña, las habaneras son fruto del mestizaje cultural del Caribe y arraigaron con fuerza en la Costa Brava, donde se sumaron en la tradición de la canción de taberna. Estos establecimientos, más allá de ofrecer comida y bebida a la gente de mar, constituyen un espacio de creación popular.
Foto: Pere Duran. Arxiu Imatges PTCBG
A lo largo del año, por los rincones de la comarca resuena el bullicio de los festivales. Desde antaño, los bajo-ampurdaneses se reúnen para tocar y disfrutar de la música, pero ha estado en las últimas décadas que se ha consolidado un circuito que permite escuchar en directo desde artistas locales a grandes nombres de la música internacional.